El jean, protagonista de nuestras vidas

El jean no es la prenda más cómoda ni la más suave. Su uso se instaló por su perdurabilidad, su origen se debe a eso. Su propósito es durar a través de los años. ¿Quién no heredó ropa de sus hermanas o de sus madres? A continuación un repaso por la historia del denim y el origen del jean como prenda única e irremplazable.

El origen del denim

El denim es la tela, por excelencia, que se utiliza para realizar los jeans. La ropa con durabilidad y resistencia se comenzó a realizar en una ciudad francesa llamada Nimes. Al referirse a esta tipología particular para la época se referían a ella como de Nimes, allí surge el nombre Denim. El término denim se refiere al tejido que compone la tela de una prenda.

En primera instancia fue elaborado con algodón proveniente de Sudamérica. Importaron esta materia prima a Europa, más precisamente a Génova. Allí se comenzó a generar una tela de mezclilla muy resistente y reforzada, por ello diferente a las existentes hasta entonces. Fue así que se creó en Europa para confeccionar ropa de trabajo.

El jean es la prenda más democrática de todas en la historia de la moda. El jean y el overol, nacieron como ropa de trabajo, para ser útil y duradera. La comenzaron a utilizar los hombres que trabajaban en las minas y en las obras en construcción.

Su color azul tan característico provenía de un tinte natural denominado índigo. El cual representa un tono oscuro del color azul y su origen data de la India. Una de sus características es que se destiñe con el uso, por eso los jeans pierden color luego de varios lavados.

Levi Strauss, el ícono de los jeans

Los jeans son pantalones de larga durabilidad diseñados con tejido Denim. Fue la empresa Levi Strauss & Co, marca conocida actualmente como Levi ‘s, quien creó y patentó el famoso modelo de jean de cinco bolsillos en 1853. La histórica empresa nació en San Francisco, Estados Unidos. Si bien sus modelos fueron diseñados específicamente para los mineros que trabajaban en California durante la fiebre del oro. Ese algodón resistente y azul les otorgó un rápido reconocimiento a nivel mundial.

En 1872 al ver que la tela de los pantalones se desconocía en los bolsillos decidieron aplicar los famosos remaches de cobre en vez de las típicas costuras para extender su durabilidad. De esa manera, como solución a un problema, se dotaron de uno de sus principales detalles. Mientras que en 1873 se patentó la emblemática marca Blue Jeans Levi’s.

El jean modelo 501 es el más famoso del mundo. Hasta hoy en día mantiene su corte recto y su color azul. Fue el que se utilizó al momento de crear la identidad de la marca, que tenía la imagen de dos caballos tirando de un pantalón en su logo. Se utilizó esta metáfora visual para comunicar la fuerza y la resistencia que poseían estos novedosos pantalones.

Luego, los cowboys de Texas comenzaron a incorporar la prenda como indumentaria para todos sus días. Fue algo que rápidamente se constituyó como algo identitario y así de rápido se difundió entre la juventud que se identificó con esos valores. Y fueron ellos los que contribuyeron a que la marca y esta tipología se convirtieran en un icono emblemático de Estados Unidos. Y así fue que el modelo 501 dejó de utilizarse sólo en el trabajo, para pasar a ser exhibido en el mundo de la moda.

Fue así que nació en las clases sociales más bajas hasta que llegó a las más altas. Su mayor auge fue en los años cincuenta cuando las estrellas de Hollywood comenzaron a utilizarlos con elegancia.

El jean como símbolo de protesta

En la década de los sesenta, el hippismo lo comenzó a utilizar para mostrar su apoyo a las clases trabajadoras. El feminismo lo incorporó como un símbolo de la lucha por la igualdad de géneros. El verdadero triunfo del jean es no estar atado a ningún género, etnia ni edad. Al respecto de ello, Susana Saulquin, licenciada especializada en sociología del vestir sostiene que el jean “como auténtico símbolo, engloba realidades que no se perciben a simple vista”.