El apego emocional a las prendas y otros vínculos con lo material
Para empezar a ahondar el hecho de que algunas prendas nos causan apego emocional, es necesario ser sinceras con lo que sentimos y mantener cierta curiosidad. ¿Tienes una caja donde guardas prendas viejas porque no las quieres tirar o regalar? ¿Tienes en tu armario una prenda desde hace muchos años? Esa bufanda que nos tejió la abuela y que todos los inviernos volvemos a usar, el vestido de casamiento de mamá, tu propio vestido de casamiento y así la lista es de prendas que comunican emociones fuertes es infinita.
Generalmente, las prendas que nos generan ciertas emociones nos remontan a algún recuerdo bonito, a un ser querido o a una experiencia que jamás olvidaremos. En este sentido, estas prendas provocan un apego porque en nuestro cerebro está enraizada una emoción sobre aquel momento que vivimos y por esto le damos esta importancia al objeto que representa aquella emoción.
El apego emocional a las prendas: Relación prenda-actitud
Si bien al momento de vestir una prenda nos fijamos en cubrir una necesidad de abrigo, también es importante cómo nos vemos y cómo nos sentimos con la prenda puesta.
En Insuapliques siempre buscamos destacar que nadie debería vestir una prenda que no le haga sentir bien. Esperamos de esta manera aportar a la autoconfianza de las personas que nos leen.
Mucho se dice sobre que hay que tener cierta actitud al llevar una determinada prenda. Por ejemplo: un vestido rojo. Pero queremos contarte que también es la ropa la que puede influir en nuestra actitud. Es decir que una prenda puede reforzar nuestro carácter e identidad frente a algún evento o experiencia. Por ejemplo: un vestido rojo en una fiesta (seguro destacarás por el color utilizado).
Las emociones relacionadas al negocio de la moda
Como te decíamos antes, no solo nosotras aprovechamos las emociones que nos causan algunas prendas en particular. También lo hacen las publicidades y las estrategias de marketing en el mundo de la moda.
El marketing emocional está muy relacionado al tipo de apego que contábamos al comienzo, cómo las prendas activan una emoción particular. En estas publicidades el cerebro asocia emociones con el producto que vemos. Incluso llegamos a imaginarnos en situaciones similares vistiendo la misma prenda.
Asimismo, muchas publicidades ponen de manifiesto que la compra de tal prenda nos hará sentir mejor y vernos más bonitas, auténticas, empoderadas, etc. Lamentamos decirte que esto no es así. La belleza es interna, así como las emociones que nos causan las prendas.
El apego emocional a las prendas nos puede generar problemas de acumulación y desorganización. En cambio, lo material debería ser solamente un medio para lograr nuestros objetivos y no el propósito de nuestra vida. ¿Qué hacer con las prendas que no queremos regalar ni tirar? Pues una idea es guardar todas las prendas que amamos en una caja o en otro armario, para no mezclar emociones con lo práctico al momento de vestirnos.
Y una última aclaración: Lo emocional, las experiencias y los recuerdos están dentro de nosotras, no afuera ni en las prendas que usamos.