camisas y apliques

Camisas y apliques: Una breve historia

Durante el correr de los siglos tanto la moda como la vestimenta han experimentado cambios que hoy en día son notables. Camisas y apliques cuentan historias, tienen sus significados según la sociedad y albergan ritos y misterios.

La camisa no fue siempre la misma, su origen se remonta a los antiguos egipcios hace más de 3500 años a.C. Actualmente, la camisa es una prenda única, utilizada en todo el mundo por hombres y mujeres de diferentes edades y para distintas ocasiones.

Orígenes y culturas que compartían el amor por las camisas

En el antiguo Egipto, las camisas eran confeccionadas en lino natural, casi siempre de color blanco o neutro. Simplemente, se recortaba un rectángulo y se unía a los lados, dejando una abertura por donde cruzaba la cabeza. Se utilizaban como ropa interior llamada kalasiris.

Por otra parte, Grecia también adoptó la camisa, llamada kámason en la antigüedad. Y en la antigua Roma se llamaba subucula, cuando el Imperio Romano le agrega mangas se llamó túnica manicata. Asimismo, los sacerdotes celtas o druidas también la usaban para proteger la piel y el cuerpo de enfermedades. Y los soldados para proteger la ropa exterior en el combate.

Si bien la camisa fue unisex desde la antigüedad, queda constancia de que los hombres la vestían cotidianamente. Para las mujeres se reservaban las camisas largas hasta los tobillos, de ahí el término camisón. Pero más adelante veremos cómo las mujeres fuimos conquistando terreno en la moda con el correr de los siglos, así como con el vestido, la camisa no fue la excepción.

Camisas y apliques: Historia y significados

¿Te gustaría una camisa con apliques de oro o plata? Pues, existían camisas que se decoraban en cuellos y puños con apliques de oro, con perlas y detalles en plata. Y por supuesto, valían mucho y solamente las usaban las personas de la aristocracia más alta.

En estas sociedades de la Edad Media, los apliques de camisas significaban poder económico y social. Se usaban sedas muy finas e importadas y existían los cuellos postizos para cambiarlos y lavarlos aparte. Además, se usaban como ofrenda religiosa para la Virgen María y otros santos, incluso se ofrendaban a los papas.

La creencia de la Edad Media era que previamente la camisa debía ser la reliquia de un santo, para que quien se la pusiera luego esté libre de enfermedades. También los caballeros que iban a armarse debían llevar puesta una camisa de lino blanco jamás usada por nadie, como símbolo de honor.

En cambio, los enjuiciados por herejes vestían una camisa negra, impregnada en azufre, las adornaban con diablos y lenguas de fuego para que la sociedad supiera de qué los acusaban y por qué los mataban.

Hacia finales del siglo XV, las mujeres de la realeza y la alta aristocracia vestían camisones largos debajo de los vestidos, y siempre eran blancos, como símbolo de pureza. Pero luego, el escándalo ocurrió cuando en España y Francia se empezaron a fabricar camisas de hilo hacia el siglo XVII. La transparencia del hilo y el escote con listones que realzaban los senos produjeron el escándalo. Sin embargo, los escotes y la osadía femenina siguieron avanzando.

La camisa de vestir hoy

La camisa de vestir actual apareció a finales del siglo XIX en Inglaterra, cuando los diseñadores le agregaron botones por delante, de arriba abajo para los uniformes de los militares. Pero no fue sino hasta 1950 que la legendaria Coco Chanel puso la camisa y los pantalones en el armario femenino. Chanel diseñó el exclusivo traje sastre femenino que consta de dos piezas, una pollera y una chaqueta, por debajo de la chaqueta… una camisa. Combinó lo masculino y lo femenino dando lugar al estilo andrógino.

Este hecho significó no solo un antes y un después en la moda, sino que fue un paso enorme en la conquista de derechos e igualdades, pues era la época en que la mujer por fin pudo dejar el hogar y forjarse una vida laboral e independizarse.

camisas formal

De más está aclarar que la clásica camisa blanca es una prenda de vestir infaltable en cualquier armario, ya sea de un hombre o de una mujer. La elegancia de las camisas blancas tiene años de historia y no es casualidad que los diseñadores de moda jamás la hayan dejado de lado. Denota poder y pureza. Incluso es funcional y nos puede salvar en cualquier momento, ya sea para una reunión formal o una salida informal.

Pero el dato más importante es saber acompañarla, combinarla con polleras, pantalones de vestir, jeans, etc. Prueba lo que más te guste y cuenta tu historia, las camisas seguirán viviendo en nuestros armarios por algunos siglos más…

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